Una de las preocupaciones más comunes de la mayoría de los trabajadores, especialmente aquellos que se acercan a la jubilación, es cuánto dinero necesitarán. La pregunta es obvia: ¿tendré que mantener mi poder adquisitivo o será suficiente con un ingreso mensual ligeramente menor?
La respuesta, sin embargo, no es la misma en todos los casos. Evidentemente, cada persona es diferente. La consideración de los ingresos una vez que dejan de trabajar depende de su situación personal, necesidades y nivel de vida. Tendemos a pensar que cuando nos jubilemos nuestra vida será más tranquila y los gastos serán menores. Pero este no es siempre el caso. Pasamos más tiempo libre y nuestra salud es más frágil; por lo tanto, estos gastos en ocasiones aumentan considerablemente. En cualquier caso, una serie de factores afectan por igual a todos los trabajadores y, por tanto, condicionan su futura jubilación.
El importe de la pensión inferior a nuestro último salario.
En la mayoría de los casos, la pensión de jubilación será inferior al último salario del trabajador. Es decir, lo primero que debemos considerar es que el importe de nuestra pensión pública será inferior al último salario percibido. Esto contrasta con la realidad de muchos que llegan a la jubilación sin ahorros para complementar su pensión.
El trabajador europeo medio necesitará ahorrar una suma de capital. Esto les permitirá obtener ingresos adicionales si desean mantener el mismo poder adquisitivo que tuvieron durante sus últimos años laborales. Además, el importe de este capital dependerá de nuestra esperanza de vida en el momento de la jubilación. Por ejemplo, se estima que la esperanza de vida en Alemania es de unos 83 años y se espera que alcance los 86 años en 2040.
La inflación es un elemento invisible que condiciona nuestras futuras pensiones
La subida generalizada de precios en un país es un elemento invisible. Aún así, tiene un impacto significativo en el valor de nuestro dinero a largo plazo. Por eso es fundamental considerar el efecto de la inflación en nuestra futura pensión, especialmente si ese momento aún está muy lejos.
La inflación puede aumentar exponencialmente año tras año. Por tanto, debemos ser conscientes de que nuestras aportaciones a un plan de pensiones u otro instrumento de ahorro deben tener una rentabilidad anual. Eso es igual al nivel de inflación si queremos mantener el mismo poder adquisitivo. Por ejemplo, con una tasa de inflación anual media de 2%, necesitaremos 1.811,3€ dentro de 30 años para mantener el mismo poder adquisitivo que 1.000€ hoy.
¿Es posible saber con precisión cuánto dinero necesitaremos?
Saber cuánto dinero necesitará una persona para su jubilación depende de su situación. Según un estudio del banco estadounidense Merrill Lynch, 70% de ingresos previos a la jubilación deberían ser suficientes para mantener el nivel de vida anterior.
El Deutsche Bank va un paso más allá. Estimando en 100.000 euros la cantidad media de ahorro que necesita una persona para mantener este nivel de vida tras la jubilación y consumir el capital durante el tiempo que le queda (teniendo en cuenta una esperanza de vida de al menos otros 20 años). Si bien ninguna fórmula es exacta, existen varios métodos para obtener una cifra aproximada de estos ingresos. Una de las más sencillas es seguir estos pasos:
- Multiplica los gastos mensuales necesarios para mantener tu nivel de vida actual por 12 (por ejemplo, 900 € x 12 = 10.800 €).
- Calcula la cantidad que recibes como pensión de la Seguridad Social (por ejemplo, 600 € x 12 = 7.200 €).
- Resta la primera cantidad a la segunda (10.800 – 7.200 = 3.600 euros).
- Y multiplicamos esta cantidad por nuestra esperanza de vida estimada desde el momento de la jubilación (3.600 x 20 = 72.000 euros).
Esta es una cifra aproximada porque hay muchos gastos que ya no tendremos que soportar, como la crianza de los hijos o los desplazamientos al trabajo. Esta nueva situación personal hace que no sea necesario conservar la misma cantidad de dinero para tener un nivel de vida similar. Por este motivo, es necesario que todo el mundo tenga en cuenta las premisas anteriores para empezar a ahorrar.